«Reas», de Lola Arias.
Por Carla Leonardi.
La amalgama por la cual el manejo de las formas hace al contenido, da cuenta del virtuosismo del realizador y este es el caso de la dramaturga, directora teatral y cinematográfica argentina Lola Arias, en su película Reas (2024), disponible en Mubi, donde híbrida las convenciones del documental con el musical.
Tomando como eje la linea temporal de la llegada de la joven Yoseli al penal, tras ser descubierta pasando droga en su valija en el aeropuerto, y su posterior excarcelación, la directora va desplegando en torno a ella las historias de sus distintas compañeras de pabellón. Se trata de la historia de mujeres y personas trans, que pasaron realmente por la cárcel y ya han cumplido su condena, que interpretan a los distintos personajes, ficcionalizando así con las claves del documental (en tanto la realidad fáctica siempre está perdida), fragmentos de sus durísimas historias de vida y de confinamiento.
Lola Arias hace un uso adecuado y estetizado de las locaciones en la cárcel de Caseros; donde se ha filmado; de manera que el aplastante gris de sus muros, se torna en un real maravilloso, donde la pintada en la pared de la celda de una playa caribeña, puede habilitar el viaje de luna de miel de Yoseli y Nacho (una persona trans) cuando se casaron, o la recreación misma de una playa intramuros, permitir el despliegue de los sueños a futuro de cada una de las reclusas. Como documental incluso es auto-consciente, señalando la dimensión del artificio cinematográfico en la escena donde se afirma, en la propia locación, que quieren demolerla y que mientras tanto se usa como set de filmación. La directora maneja además muy bien el contraste entre los planos fijos (que dan cuenta del encierro de los cuerpos en el dispositivo carcelario y en el discurso social hetero-cis normativo) y el movimiento, la liberación que cobran esos mismos cuerpos cuando puede jugar y diversificarse en cada uno de los bellos cuadros musicales.
Seguramente se cuestionará cierta romantización de la realidad carcelaria de las mujeres, pero no se trata de absoluto de eso. Las historias de cada una de las “reas” se narra con crudeza y verosimilitud, y la belleza en este caso está al servicio de una ética, la de velar, en una época de tanto odio y segregación, la crueldad y la violencia inexorable a la que han sido sometidos esos cuerpos tanto fuera como dentro de la prisión y no hacer de esa misma violencia, sordidez y voluptuosidad una nueva explotación, ahora por parte de la industria cinematográfica. La de Arias es una mirada amable y cuidadosa para con sus criaturas de ficción, que no juzga, sino que visibiliza realidades y al mismo tiempo, posibilita en acto la creación de un valor artístico, a partir de esas vidas tan difíciles y con escasas oportunidades. Poder componer a una rea en la ficción es oferta y apertura que no las deja confinadas a la realidad de desecho social o identificadas al significante segregatorio de expresidiarias; sino que es el gesto que les devuelve su dignidad subjetiva.
Reas es una apuesta estética y humana que se celebra.
Calificación: Muy buena.
Ficha técnico-artística.
Dirección y guion: Lola Arias.
Productores: Gema Juárez Allen, Clarisa Oliveri, Ingmar Trost y Vadim Jendreyko. Directores de producción: Carla Rosmino, Pascal Moor y Bettina Müller.
Director de Fotografía: Martín Benchimol
Montajistas: Ana Remón y José Goyeneche.
Directora de arte: Ángeles Frinchaboy.
Vestuarista: Andy Piffer
Diseño de sonido: Sofía Straface y Daniel Almada.
Música Original: Ulises Cont.
Una producción Gema Films, Sutor Kolonko y Mira Film.
En coproducción con n SWR/ARTE
Protagonistas: Yoseli Arias y Ignacio Amador Rodriguez.
Reparto: Estefy Harcastle, Carla Canteros, Noelia LaDiosa, Paulita Asturayme,
Laura Amato, Pato Aguirre, Cintia Aguirre, Julieta Fernandez, Silvana Gomez, Daniela Borda, Jade De la Cruz Romero y Betina Otaso.

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