«Vermiglio», de Maura Delpero (Chicago International Film Festival 2024).
Por Manuel Germano.
La nominada al «Gold Hugo» en este festival, y gran ganadora del festival de Venecia (donde se alzó con el gran premio del Jurado, entre otros), propone un drama íntimo ambientado en una pequeña aldea situado en los alpes italianos, durante la etapa final de la Segunda Guerra Mundial.
La numerosa familia protagonista recibe la llegada de dos soldados que escapan de la guerra y se refugian con ellos para evitar ser perseguidos y capturados. Estos hombres modifican la rutina del lugar, especialmente de ese núcleo familiar: un padre que a la vez es el único maestro de la aldea, una madre que se debe a los quehaceres de la casa y a cuidar de sus numerosos hijos, quienes son alumnos de su estricto «progenitor» (pues pareciera que el único lazo entre él y sus hijos es el de la procreación, no se advierte ningún rasgo de amorosidad de él para con ellos).
Los hermanos asisten a clases, juegan, trabajan para conseguir los alimentos, las mujeres ayudan a la madre. No hay mucho más que hacer en ese remoto lugar donde el correo y la llegada del diario son la novedad. La hija mayor, Lucía, y uno de los soldados, Pietro, cruzan miradas y no tardan en enamorarse.
Delpero como directora, guionista y productora construye dos grandes lineas narrativas, ambas con varios climas en paralelo: por un lado la relación amorosa entre los personajes (entrañable trabajo de Martina Scrinzi), por otro, lo que sucede entre el padre y sus hijos: la diferencia en el trato, las expectativas, el rol de la mujer en ese tipo de lugares, quien tiene «potencial» y quien no. Como temas universales surgen, además del amor y la tragedia, el rol de la mujer, el conocimiento como lugar de autoridad social, el despertar sexual en la adolescencia, las maternidades.
La segunda parte de la película, marcada narrativamente por el final de la guerra, desacomoda cierta armonía y bonanza. El amor da paso a la tragedia, la cual en este caso acarrea como desenlace el dolor por la pérdida, el engaño y la soledad. El personaje de Lucía atraviesa a partir de aquí un arco dramático emotivo y sutil. La fotografía y la música dialogan y complementan los distintos ejes que «Vermiglio» transita desde la primera escena.
El trabajo de Delpero como realizadora es excelente. El guion y la dirección dan cuenta de una directora que sabe lo que quiere contar y como hacerlo. En este caso con una elegancia y formalidad narrativa que traspasa la pantalla y ofrece al espectador una película visualmente bellisima, sensible desde su concepción y con una potencia dramática movilizante.
Calificación: Excelente.
Festival screenings: Sunday 10/20, 4.30 pm, AMC #13, Tuesday 10/22, 8.15 pm, AMC #13. 120 min.

Deja un comentario