Entrevista con Melania Lenoir (2da parte)
A propósito del estreno de Next to Normal Immersive, hablamos de talento y de trabajo con su directora asociada, Mela Lenoir.
Por Cecilia Della Croce
Hace poco más de un mes, charlamos con la multifacética Melania Lenoir. En ese momento estaba a punto de iniciar la gira nacional de despedida de Come from Away, tras cuatro temporadas de éxito, además de también actuar en otro musical de antología: Forever Young en su 13ra temporada, estaba nominada a los Premios María Guerrero por Mejor Traducción por el drama Entre sombras (junto con Bruno Pedicone), y desde el rol de directora encaraba el arduo proceso de castings de los actores argentinos para la experiencia Next to Normal Immersive, todo una novedad en la cartelera porteña que tuvo su estreno este 19 de septiembre.
En este tramo de la charla hablamos de talento y de trabajo:
Ociopatas: Vayamos a los comienzos de tu carrera, ¿con quiénes te formaste?
Melania Lenoir: Me formé en el Conservatorio Nacional de Teatro y de Danza, donde tuve muy buenos docentes de actuación, danza y composición coreográfica, y en la parte de canto, Katie Viqueira y mi maestro actual que es Seba Mazzoni hace varios años. Y después del conservatorio seguí con Guillermo Cacace, Marcelo Savignone, y varios más.
O: ¿Cómo te veías hace 13 años, cuando estrenaron Forever Young?
ML: Creo que mi sueño y mi deseo era estar donde estoy ahora, pudiendo hacer roles hermosos en obras hermosas. Y también te diría que siempre me imaginé a los 40 dirigiendo y a los 40 empecé a dirigir. Entonces, mirando 10 años atrás, creo que mi presente es muy consecuente con esa visión que tenía. Por eso digo que me siento súper afortunada y bendecida, porque eso que me imaginaba sucedió.
Ahora, estoy preparando todo para la experiencia inmersiva en inglés de Casi Normales, que voy a dirigir. Vienen Alice Ripley y Robert Spencer, los dos actores originales que hacen los protagónicos de Broadway a hacerla acá, en Buenos Aires. Y para el resto del elenco estamos en el proceso de audiciones. Es mucho trabajo pero, al final hay recompensa, como dice la canción.
O: ¿Y la primera oportunidad quién te la dio? ¿Dónde arrancaste?
ML: Mi primer trabajo comercial fue Rent, estaba como ensamble, como swing y como dance cap. Entré fuerte, en una producción importante. Entré de atrás, que es un lugar que a mí siempre me gusta arrancar, pero al mismo tiempo con un reconocimiento porque como swing es como que te dicen: “Tenés lo que necesitamos para que cubras todos los roles”, y al mismo tiempo con el Negro Carrizo que no me conocía, diciendo: “Quiero que seas mi asistente”.
Después de eso se empezaron a abrir puertas. A los dos años vino Chicago. A mí no me dejaban audicionar para ser protagonista porque no tenía currículum, había participado para ensamble. Pero cuando vinieron de afuera, no sé qué fue lo que vieron, pero dijeron: “La queremos ver a ella”. Y al final terminé quedando para protagonizar como Velma. Más tarde vinieron muchas más, como Avenida Q, que después me di el gusto de dirigirla con Nacho Pérez Cortés y Lali Vidal.
O: En tu camada hay un montón de gente muy formada que son nuestras grandes artistas del musical, que viene creciendo en Argentina en los últimos 20 años.
ML: Yo siento que en nuestra generación con Laura [Conforte], Ivana [Rossi], Débora [Turza], Natalia [Cociuffo], Andrea [Lovera], Marisol [Otero], por nombrar un puñado de artistas, todas nosotras tuvimos posibilidades de poder hacer los musicales gigantes.
¿Sabés lo que más me emociona cuando veo a la gente del musical de la generación que sigue, como Nacho [Pérez Cortés, que deslumbró en Sandro, el gran show] o Florcita [Otero, que nos regaló una actuación extraordinaria en Personas, lugares y cosas]? Es que son talentosos pero también se han entrenado un montón. Son el vivo ejemplo de gente que combina talento y trabajo, y nunca dejan de entrenarse. No tienen techo. Yo también siento que soy así. No es que nací siendo un 10, pero si te ponés a trabajar podés llegar a explotar y seguir creciendo año a año.
O: ¿Cómo ves de acá para adelante el musical argentino?
ML: Mirá, justo ahora estuve tomando audiciones para los adolescentes de Next to Normal Immersive. Estuve viendo un montón de gente de 20 años, que no conozco, y es impresionante el nivel. Además se trata de una audición muy difícil porque era en inglés, pero lo lindo es que siento que la tradición del musical en Argentina cada vez se vuelve más fuerte, cada vez hay más gente preparada, mejor preparada. También sé que Fer Dente hizo audiciones abiertas para el elenco de Despertar de primavera y ahí también se abre el juego para darles oportunidades a un montón de jóvenes que se ganan su lugar a fuerza de talento y trabajo, en lugar de optar por influencers. Y los pibes creo que hoy por hoy vienen con una batería de formación impresionante. Creo que ya se empezó a entender que, además de cantar y bailar, es reimportante entrenar al actor también. En otra época tal vez los actores del musical no tomaban tanta clase de actuación. Me parece que es un lugar donde uno puede hacer una diferencia. Ahora estamos viendo que hay gente muy completa que puede hacer de todo.

Y podemos decir, después de haber estado en el estreno de la experiencia Next to Normal Immersive que Melania no se equivocó. A los protagonistas de primer nivel, Alice Ripley y Robert Spencer, que vienen interpretando hace más de una década los roles de Diana y Dan en Broadway, en este musical sobre una madre con trastorno bipolar que ha recibido premios Tony y Pulitzer, se suman los tres jóvenes argentinos: Ema Gimenez Zapiola, Axel Munton y Valentín Zanineli, para completar el elenco. Realmente estos tres talentos locales brindan performances impresionantes. Nos llena de orgullo que puedan plantarse de igual a igual y verlos brillar bien de cerca, en una propuesta artística de alto impacto donde el público se ubica a pocos centímetros de los artistas, y comparte el espacio, rodeados de una proyección 360 con sonido Surround. Este concepto disruptivo desarrollado a partir de la idea de Pablo del Campo se podrá ver por dos semanas en el espacio del Centro Audiovisual Inmersivo.

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