«Matar a mamá», de  Laura Oliva.

Por Carla Leonardi.

Disponer del tiempo y del cuerpo para simplemente abandonarse al placer de conversar con otros, he ahí un acto disruptivo en tiempos del capitalismo  financiero y digital. 

 Dos hermanas rondando los 50 años se reunen en la casa de una de ellas para deliberar  acerca de que hacer con lo que ha hecho su madre octogenaria: sacar los trapitos al sol de cada una de ellas en los videos que va subiendo a su canal de youtube con la ayuda de su nieto.

La obra se construye desde el realismo costumbrista, como bien lo expresa la escenografia, con las claves de la comedia del malentendido. Y, por suspuesto, las dos hermanas están trabajadas desde la perspectiva del doble donde cada una es la contraparte y el complemento opuesto de la otra. Maria (Inés Estévez) es una mujer de buena posición económica, casada, con un hijo y ama de casa. En la madurez de la vida descubre el porno en internet para paliar sus problemas conyugales. Dolores (Florencia Raggi) es la «rara», aficionada a las terapias alternativas y al yoga, vive sola; sin pareja ni hijos. Lo cierto es que la crisis respecto de su madre les permite acercarse, volver a compartir juntas como cuando eran niñas, volver a conversar sobre sus sueños y sus pesares; mas allá del desapego físico que tiene Maria. 

En el trasfondo de las diferencias y los conflictos fraternos se juega la conflictiva relación madre-hija, donde, tras el reclamo de estas hijas a su madre por ventilar sus intimidades en internet, está el reclamo por aquello que quizá no pudo darles; punto de falta estructural ya que una madre, a pesar suyo, siempre sigue siendo una mujer. 

Lo que se revela en «Matar a mamá» es el individualismo y la soledad de cada uno de los miembros de la familia, la dificultad para escuchar al otro, para dedicarle nuestro tiempo y atención, especialmente a los adultos mayores; por  lo que los corrosivos monólogos de youtube de la madre, no son sino un llamado a esas hijas que no puede escuchar que las extraña y las necesita luego de haber perdido a su compañero. Es interesante que el acercamiento puede darse entre abuela y nieto, al revés de los lugares comunes que pintan a los jóvenes como desinteresados por la historia o el pasado. 

El timing para la comedia es adecuado y las tres protagonistas componen a sus personajes con espontaneidad, destacándose la autoridad actoral de Maria Rosa Fugazot. Por ello, resulta desaprovechado que los videos de la madre solo se presenten mediante la voz en off. 

«Matar a mamá», con dramaturgia de Laura Oliva y dirección de Paula Rasenberg es una comedia lograda que permite reflexionar sobre la incomunicación familiar en la época contemporánea, donde el primado de la tecnologia digital, lejos de acercarnos, parece alejarnos cada vez más. La imagen narcisista y el monólogo en las redes sociales pretenden suplir la necesidad de contacto y de afecto, alli donde por el ajetreo cotidiano, termina no habiendo espacio para el diálogo en la presencia de los cuerpos. 

Calificación: Buena

Puntuación: 3 de 5.
Florencia Raggi, Inés Estévez y María Rosa Fugazot.

FUNCIONES: Viernes y Sábado 20hs / Domingo 19.00hs

TICKETS: Precio: $25.500 / $28.000.
DURACION: 1 hora y 10 minutos aprox.

ELENCO: Inés Estévez, Florencia Raggi, María Rosa Fugazot

FICHA TÉCNICA:
Libro: Laura Oliva. Elenco: Inés Estévez, Florencia Raggi, María Rosa Fugazot. Diseño de Escenografía: Lula Rojo. Diseño de Iluminación: Leandro Fretes. Diseño de Vestuario: Gustavo Alderete (La Polilla Vestuario). Diseño Gráfico: Nico Rejlis. Fotografía: Alejandra López. Prensa: Tommy Pashkus Agencia. Asistente de Dirección: Felipe Montoya. Producción Ejecutiva: Daniela Lioy, Morgana Pereira. Producción General: Rimas Producciones, Florencia Masri, Ricky Pashkus, Alejandro Zaga. Dirección General: Paula Ransenberg


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