Yo no soy Frida, escrita y dirigida por Flor Berthold.

Por Cecilia Della Croce.

El Grito en Palermo es un espacio del circuito off teatral que ofrece gastronomía y arte en la antesala de la función; las salas de abajo están tapizadas de pinturas y esculturas, casi como si se tratase de un museo, lo que constituye un preludio adecuado que nos predispone a ver Yo no soy Frida, escrita y dirigida por Flor Berthold.


La pieza, casi como siguiendo el esquema de la biopic de Salma Hayek, hace un racconto minucioso de varios pasajes del recorrido lleno de altibajos de la gran artista mexicana, símbolo feminista de la libertad de vivir la vida como se nos dé la gana, por todo y a pesar de todo, como dice la canción. El relato que “despliega el triángulo amoroso protagonizado por Frida Kahlo (Mavy Yunes), Diego Rivera (Braian Ross) y Cristina Kahlo, hermana menor de la artista (Martina Simeoni), transcurre durante el Día de los Muertos, fecha en la que las tres almas regresan al escenario para contar su propia historia”. Florencia Berthold, autora y directora de la pieza comenta: “Frida siempre fue un tema pendiente en mi escritura. Es un personaje que me conecta muy íntimamente con lo más hondo del amor y del dolor, de la belleza y de la contradicción”.


Tal vez encarar una obra centrada en un personaje tan atractivo y popular como Frida termina siendo un poco un arma de doble filo. Ella no necesita presentación ni apellido, ya que se ha convertido en una leyenda, adoptada por la cultura contemporánea como estandarte: su cara, sus cuadros y sus frases son material que aparece por todos lados, desde muestras inmersivas hasta remeras. Y precisamente por ello, el texto no cuenta con el factor sorpresa y transita una cuerda un tanto superficial y melodramática. La puesta busca compensar mediante el colorido de flores y textiles, más un gran despliegue de procedimientos escénicos (buenas ideas en la iluminación y el recurso escenográfico), que si bien son efectivos hace que los intérpretes estén en constante movimiento y no puedan plantarse para profundizar en el peso de sus parlamentos. De todos modos, la labor del trío de intérpretes, sobre todo en el trabajo con los modismos y el acento, es muy rescatable, especialmente en el caso de Mavy Yunes, que le inyecta una bienvenida dosis de gracia y descaro a esta Frida que encarna con soltura.


En definitiva Yo no soy Frida es un espectáculo que se nota que está hecho con la misma pasión y coraje que Frida ponía en su vida, en sus amores y en sus obras, y puede ser una propuesta convocante para un público muy joven que quiera conocer las luces y sombras de esta mujer convertida en ícono. 

Calificación: Buena.

Puntuación: 3 de 5.

Ficha técnico-artística.

Dramaturgia: Flor Berthold

Actúan: Mavy Yunes, Martina Simeoni, Braian Ross

Asistencia de Dirección: Olivia Espeche

Producción Ejecutiva: Marcela Villaflor Piazzolla

Diseño de Iluminación: Mauricio Casaretto

Diseño de escenografía y vestuario: Cecilia Onorato

Diseño de sonido y música original: Javier Yunes

Intérprete de obras de piano: María Paula Torre

Fotografía: Nacho Lunadei

Maquillaje y fotografía: Eli Mohamed

Diseño gráfico: Nico Saini /Nodo 33

Comunicación y prensa: Cecilia Gamboa

Producción General: Coyita Producciones

Dirección: Flor Berthold

Teatro El Grito. Costa Rica 5459. Palermo. Funciones: desde el 21/3 los viernes a las 20h.

Localidades $15.000 disponibles en Alternativa Teatral y en la boletería del teatro.  @yonosoyfridateatro


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