Por Claudia Ferradas.
Una casa fuera del circuito teatral. Una recepción pequeña. Una escalera. Un subsuelo. Somos unas 20 personas expectantes, sentadas en U en una sala oscura donde solo se dibujan las líneas paralelas de pequeñas luces amarillas. Sutiles sonidos de la naturaleza. Silencio tenso, incómodo. Y entonces llega Shakespeare, el gran dramaturgo convertido en personaje, tratando de defenderse ante el propio rey Jacobo I y su tribunal de las acusaciones de quienes creen ver en sus obras intentos de conspiración.
En ese espacio acotado, el teatro despliega todo su poder y su magia. Somos espectadores y jueces. Mario Moscoso, en una interpretación memorable, pone ante nosotros un Shakespeare que es a la vez el escritor y sus personajes, exponiendo sus miedos y su lucidez, mirando a la cara a sus demonios… que son los nuestros.
La dramaturgia de Nicolás Federico, como en un telar textual, entreteje citas de Hamlet, Ricardo III, A Vuestro Gusto y La Tempestad en un marco metatextual que, a la vez que se refiere al hecho teatral y a la historia de la época del bardo, nos invita a reconocernos en la urdimbre de ese collage cuidadosamente entrelazado.
La traducción de los textos, fluida, coloquial y directa, cobra vuelo poético en la voz del actor. Acostado sobre el banco que constituye el único elemento de la escenografía, escondiéndose y reapareciendo entre bambalinas, el Shakespeare de Mario Moscoso nos interpela, nos mira a los ojos, se acerca hasta hacernos sentir que somos parte de la escena. Siempre apoyado por una iluminación precisa y música apropiada, este Shakespeare conspirador incomoda e invita a la reflexión, reafirma la vigencia del autor y sus obras, del teatro y su acervo ritual… y por momentos evitamos que se crucen nuestras miradas.
En síntesis, uno de esos lujos que ofrece el teatro independiente porteño, donde unos pocos espectadores podemos gozar de una puesta intimista de la más alta calidad, exquisita en su propuesta dramática, que resemantiza el tema -tan Shakespeareano- del teatro como espejo en el que nos miramos y de la vida misma como teatro.
Opinión: Excelente
Ficha técnico – artística
Mario Moscoso (William Shakespeare)
Dramaturgia: Nicolás Federico / Mario Moscoso sobre textos de William Shakespeare
Dirección General y Puesta en Escena: Nicolás Federico
Diseño de Vestuario: Mariela Solari
Diseño de Escenografía: Mariela Solari
Diseño de Puesta de Luces: Nicolás Federico
Datos de interés
Función de prensa: 14 de junio 21:00 hs, función y coctel
Funciones: sábados, 21:00 hs.
Lugar: Teatro El Damero, Dean Funes 506 – CABA –
http://www.teatroeldamero.com/
Duración: 50 min
Confirmar a: MAIL: shakespeareconspirador@gmail.com
Reservas: 2060 2278
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