Miradas sobre cine y teatro. Colaboran Cecilia Della Croce, Claudia Ferradas y Fabio Albornoz. Un sitio de Manuel Germano

«Retrato de una mujer en llamas»

Por Cecilia Della Croce.

En Retrato de una mujer en llamas, la directora y autora del guion (premiado en Cannes en 2019) Céline Sciamma elige contarnos la historia de una relación entre dos mujeres con los acantilados y el mar turquesa de Saint-Pierre-Quiberon en la Bretaña francesa de fines del siglo XVIII como telón de fondo de una obra de arte de belleza visual extraordinaria, donde cada cuadro parece una pintura barroca en claroscuros y sepia.

Las protagonistas son Marianne (Noémie Merlant), una pintora que se presenta en un remoto castillo en una isla, convocada por una condesa que le encarga el retrato de su hija Héloïse (Adèle Haenel), quien acaba de dejar el convento para casarse, por voluntad de su madre, con un noble milanés que si queda complacido con la imagen de la joven formalizará el compromiso. Lo que complica la labor de la pintora es que Héloïse se resiste como puede a aceptar pasivamente el destino que han pergeñado para ella, ya que tiene serias dudas respecto de ese matrimonio en el que ella no tiene ni voz ni voto, de modo que Marianne deberá retratarla sin su permiso, lo cual implica la difícil tarea de tener que observar a su modelo en secreto durante los paseos que ambas dan en la playa al pie de los acantilados.

Esta situación genera diversos conflictos y tensiones a través de una trama que se desarrolla casi en silencio, a base de gestos, miradas e imágenes que como en un Caravaggio se construyen desde los contrastes de luz y sombra, de sutileza y pasión, de verdades veladas y anhelos por descubrir. Así la cineasta francesa habla sobre las mujeres, sobre las opciones disponibles en el siglo XVIII (y ahora), sobre la libertad y la soledad, sobre las contradicciones, el descubrimiento, el amor, la resignación y el recuerdo de lo que dejamos en el camino cuando, como en el mito de Orfeo y Eurídice, tenemos que seguir sin mirar atrás.

Sobre la base de un guion magnífico y el uso magistral de la música (presente solo en un par de momentos clave de la película) y los recursos técnicos, como una iluminación y fotografía excepcionales, Céline Sciamma (que en algún sentido me recordó a Lucrecia Martel y su sublime Zama) se consagra con una obra que deslumbró al jurado de Cannes y ahora (por fin) al público argentino, que puede disfrutar de esta joya en las salas de cine.

Opinión: Excelente.

Ficha técnico artística

Título: Retrato de una mujer en llamas

Título original: Portrait de la jeune fille en feu

Año: 2019

Estreno en cines en Argentina: octubre 2021

Duración: 120 min.

País de origen: Francia

Dirección: Céline Sciamma

Guion: Céline Sciamma

Reparto: Noémie Merlant, Adèle Haenel, Luàna Bajrami, Valeria Golino, Christel Baras, Cécile Morel, Armande Boulanger, Michèle Clément

Música:  Para One, Arthur Simonini

Fotografía: Claire Mathon

Bocetos y pinturas que aparecen en la película a cargo de la artista Hélène Delmaire

Producción: Arte France Cinéma, Hold Up Films, Lilies Films

Género: Drama de época (siglo XVIII). Artes plásticas. Romance.  

Premio del Festival de Cannes al mejor guion 2019


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