Por Cecilia Della Croce.
Un pueblo chico en vísperas de un festejo, una madre anciana con algunos achaques, un poco perdida entre recuerdos y pastillas, una hija sola, adormecida por la monotonía de la vida pueblerina, una vecina joven en la búsqueda de nuevos horizontes, el galán del pueblo, viudo y con un hijo adolescente, que regresa con los laureles de haber triunfado en la vorágine porteña, un antiguo amor que regresa, tal vez demasiado tarde. Con estos hilos, Agustín Meneses entreteje un tapiz que, a la manera de Historias Mínimas, la recordada película de Carlos Sorín, retrata el paso cansino del tiempo y las marcas que va dejando en estos personajes casi anónimos de este nuevo costumbrismo argentino.
Vivi (Mayra Homar) es una mujer de más de 50 que ocupa sus días en el cuidado de su madre (Marita Ballesteros), en su casa de siempre en un pueblo en donde nunca pasa nada, como decía la canción de Serrat. Para el festejo del aniversario municipal llega Emilio (Rubén de la Torre), el novio de juventud de Vivi que decidió ir a probar suerte a la gran ciudad y regresa como el hijo pródigo al pueblo que lo vio nacer y hacerse famoso como locutor de la tele. El reencuentro después de treinta años revoluciona todo, pero la historia evita los lugares comunes de “la que se queda a vestir santos” o “el hombre que vuelve a buscarla y la rescata como el galán de una novela”. Se detiene en conflictos más sutiles y en el devenir de estos seres que habitan un rincón del interior, para plasmar el paisaje de sus sentimientos sin espectacularidad, pero con profunda verdad y humanidad.
Sobre los sólidos cimientos del libro de Agustín Meneses y la dirección de Sebastián Irigo, se arma esta delicada comedia dramática, que tuvo una exitosa temporada desde mayo hasta agosto. La pieza se destaca, además, desde lo actoral por la entrega de todo el elenco, y en particular las muy buenas actuaciones de Marita Ballesteros y Mayra Homar, que construyen una relación entrañable de madre e hija, con su fragilidad, sus miedos y sus dolores a flor de piel. Ellas le ponen la voz y el cuerpo a la historia de una mujer que en la mitad de su vida quiere encontrarse en este presente antes de poder reencontrarse con su pasado.
Estén atentos para no perderse una pieza muy disfrutable llena de calidez y ternura como Torna Amore cuando regresen para una segunda temporada.

FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA
Dramaturgia: Agustín Meneses
Actúan: Marita Ballesteros, Benicio Chendo, Rubén de la Torre, Mayra Homar, Malena Resino
Vestuario: Jose Escobar
Escenografía: Jose Escobar
Iluminación: Sebastián Irigo
Asistencia de dirección: Camila Oviedo
Prensa: Duche&Zarate
Producción ejecutiva: Torna Amore, Rubén de la Torre
Dirección Adjunta: Agustín Meneses
Dirección general: Sebastián Irigo
Duración: 80 minutos
Clasificaciones: Teatro, Presencial, Adultos
PARTICIPACIONES
Este espectáculo forma parte del evento: Ciclo- Más Teatro
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