Tras cosechar muy buenas críticas desde su debut teatral, ir a ver Nerium Park era casi como una tarea pendiente. Y volver a Timbre 4 es siempre una buena excusa también. La obra de Josep María Miró (El principio de Arquímedes), dirigida por Corina Fiorillo e interpretada por Claudio Tolcachir y Paula Ransenberg es una joya del off con excelentes actuaciones, un texto increíble y una dirección precisa. Si, no exagero. Es todo eso y más, es esa pieza teatral que como espectadores necesitábamos. De esas obras que no queres que terminen y que te atrapan desde el minuto uno. Es claro, la combinación perfecta con la dosis justa de unir en un mismo trabajo a dos actores sensibles muy comprometidos con una directora que ya ha demostrado que sabe lo que hace, y lo hace muy bien.
La obra cuenta los primeros meses de una pareja muy enamorada, tras comprar un departamento en un barrio privado, «Nerium Park». Quizás contar más no sea prudente porque a partir de allí cada suceso forma parte de una seguidilla de situaciones únicas y movilizantes que vale la pena disfrutar en persona.
Amor, miedo, soledad, angustia: todos tienen su lugar en Nerium Park.
Tolcachir y Ransenberg realizan un trabajo actoral lleno de matices. Son un dúo perfecto y la química entre ellos llega al espectador. Se nota el compromiso, el cariño, el disfrute. Él es un actor inteligente, solidario, compañero, y que logra conmover en un personaje muy complejo y exigente. Ella es un monstruo que tiene mucha facilidad para lograr momentos llenos de ternura. Una mirada fuerte y cautivante.
Ultra recomiendo.
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OCIOPATAS. 
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