Por Fabio Albornoz.
Si tuviéramos que definir al cine de los últimos años por una temática, esa sería la del coming of age (los films de crecimiento). Quizás “Lady Bird”, “Call Me By Your Name”, “Eighth Grade” o “Booksmart”, sean los casos más populares, pero lo cierto es que surgieron películas independientes que exprimieron (y de muy buena forma) el concepto de la adolescencia, lo que las habilita a hablar de un montón de temas que están en debate constante. Desde el aborto, pasando por las primeras relaciones sexuales, las amistades, las frustraciones amorosas o los complejos lazos familiares.
También hay otro posible nexo que “justifique” la aparición de tantas coming of age, y es una cierta ligazón con lo autobiográfico. Muchos autores/as han usado sus películas como formas de exorcizar adolescencias complejas, recurriendo a una especie de alter-ego que hace las veces de ficcional y real. Como si la voz del realizador se escondiese en el personaje.
La directora Jessie Barr debuta con otra película de este estilo, “Sophie Jones”. La trama va sobre una chica de 16 años que afronta junto a su hermana y padre, la reciente pérdida de la mamá. En el instituto, se ha hecho la fama de meterse con un montón de hombres, pero ella sigue siendo virgen. Atraviesa sus días entre el dolor, y los efímeros encuentros sexuales que terminan en huidas.
Que distinto es el mundo visto desde el lente de una mujer. Y que distinta hubiese sido “Sophie Jones” dirigida por un hombre. No es que sea mejor, ni peor, sino distinto. Es innegable el modo de aproximarse y la sensibilidad que se impregna en ese registro casi documental, pero siempre en función de la corporalidad de su protagonista.
Sophie va de un lado hacia otro. Se desentiende, se va y vuelve. Es insegura, errática, no sabe qué es lo que quiere (del todo) pero a veces se la ve decidida. Es un personaje que flota entre su casa, fiestas, y el instituto. Barr entiende perfectamente cómo capturarla, a través de una cámara poco prolija y sin posiciones fijas. Se apega al comportamiento y al modo de vivir de ella.
“Sophie Jones” es un film honesto y comprometido. Es cierto que no arroja grandes novedades a un terreno ya tan transitado por el cine, pero Jessie Barr aprovecha para explorar algo valioso, el placer femenino y las relaciones de poder en el sexo. Estos temas suelen quedar fuera o muy impostados cuando son dirigidos por hombres, entonces Barr le da algo muy genuino y un cierto grado de “verdad”. Pone en debate la represión sexual.
Es una buena película. El coming of age todavía tiene cosas para dar, y es para celebrar que sean las cineastas las que se animen a hablar de aquello que el cine calló por mucho tiempo.
Opinión: Buena.
Ficha técnica.
G: Jessie Barr, Jessica Barr
F: Scott Miller
E: Naomi Sunrise Filoramo
S: Andrés Velásquez
M: Nate Heller
P: Lindsay Guerrero, Joe Dinnen, Jessie Barr, Jessica Barr
CP: The Sounding Board
I: Jessica Barr, Skyler Verity, Claire Manning, Charlie Jackson, Dave Roberts
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