Escribe Fabio Albornoz.
Relatividad, la obra del dramaturgo estadounidense Mark St. Germain, el mismo autor de La última sesión de
Freud, se instala con firmeza en el territorio de los dramas íntimos
que, con pocas piezas sobre el tablero, logran interpelar verdades profundas acerca de la humanidad, el poder de la memoria y los límites de la genialidad.
Con dirección de Carlos Rivas y un elenco encabezado por dos figuras de peso —Gabriela Toscano y Luis Machín—, la obra no solo revisita el legado contradictorio de Albert Einstein, sino que lo somete a un juicio emocional y ético. La pregunta que organiza todo el relato es simple pero demoledora: ¿Quién es el hombre detrás del genio?
La acción transcurre en un único espacio, un interior cálido que contrasta con el invierno exterior de 1949. Una periodista (Gabriela Toscano) irrumpe en la rutina del científico más célebre del siglo XX. Einstein, interpretado por Machín, con una combinación justa de carisma, fragilidad y arrogancia, se presenta como un hombre encantador y ligeramente excéntrico.
Lo que comienza como una entrevista convencional pronto se transforma en un duelo
dialéctico —a ratos filosófico, a ratos psicológico— donde lo que está en juego no es solo la reputación de Einstein, sino su propia humanidad. La periodista tiene un propósito: confrontarlo con un hecho traumático de su pasado.

A lo largo de sus ochenta minutos, la obra construye con solidez el arco dramático de ambos personajes: por un lado, una periodista que irradia energía e inteligencia; por el otro, un Einstein cada vez más desarmado, plagado de matices, lejos del bronce. Esta complejidad le otorga al texto un espesor poco habitual, que trasciende lo meramente biográfico.
Carlos Rivas, su director, comprende que Relatividad no necesita artificios escenográficos ni distracciones visuales. Su puesta es sobria, minimalista y absolutamente centrada en la palabra y el trabajo actoral. El ritmo, dosificado con precisión, permite que las tensiones
crezcan con eficacia, e incluso se da lugar a una pincelada de humor breve pero perfectamente calibrada.
En tiempos en los que se reabre el debate sobre los límites entre la obra y su autor, entre el genio y su lado oscuro, Relatividad propone un cuestionamiento incómodo pero necesario. Sin idealizar ni destruir al mito, lo examina con rigor y sensibilidad.
La obra exige un espectador atento, dispuesto al diálogo y con apertura para transitar zonas grises. Con actuaciones memorables y una dramaturgia que va mucho más allá del retrato histórico, la puesta logra algo infrecuente: humanizar al mito sin banalizarlo. En esa tensión entre lo público y lo privado, entre la física de las partículas y la física de
los vínculos humanos, reside —sin dudas— su mayor logro.
Muy buena.

Ficha Técnica
AUTOR – Mark St. Germain
ELENCO – Gabriela Toscano y Luis Machín,
con Catherine Biquard
DIRECCIÓN – Carlos Rivas
ASIST DE DIRECCIÓN – Mariana Melinc
MÚSICA ORIGINAL – Bruno Rivas
ESPACIO ESCÉNICO E ILUMINACIÓN – Gonzalo Córdova
REALIZADOR DE PELUCAS Y BIGOTES: Roberto Mohr
DISEÑO GRÁFICO – Martín Gorricho
FOTOS – Alejandra López
DISEÑO DE VESTUARIO – Sofía Di Nunzio
REALIZADORES DE VESTUARIO: Mariana Vera, Constanza Sparti, Patricio Delgado,
Beatriz Salazar, Lara Shoes, María Ausmendi
PRENSA – SMW
REDES – Bushi contenidos
PRODUCCIÓN EJECUTIVA – Bárbara Rapoport / Luciano Greco
PRODUCCIÓN GENERAL – Sebastián Blutrach
RELATIVIDAD
Estreno 13 de junio
Viernes 20 hs / sábados 22 hs / domingos 20 hs
Entradas en http://www.plateanet.com o boletería del teatro

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