Lograr trasladarse a un pueblito del interior, que los ojos se te llenen de lagrimas, y que, al mismo tiempo, el corazón irradie alegria, es sin duda todo un mérito. Las obras del teatro off en Buenos Aires alcanzan un nivel altísimo que vale la pena disfrutar. Ese es el caso de «Como si pasara un tren«, donde Lorena Romanin («Paraguay», «El loco de la maquinita»), comparte una obra íntima y entrañable
La historia nos muestra la humilde casa de una familia integrada por una madre (Silvia Villazur) y un hijo (Guido Botto Fiora). Ella es fuerte y sensible, representa la lucha de haber tenido que batallar sola en la crianza de su único, y especial hijo, quién ama a su madre, pero que debido a la sobreproteccion con la que fue criado no ha podido experimentar eso que cualquier niño desea, cosas simples, por un lado, y otras mas profundas, de las cuales la madre prefiere mantenerlo alejado.
La llegada de una prima (Luciana Grasso) funciona como un factor que dispara las emociones mas íntimas, el valor para atravesar esos miedos, el conocer, y conocerse.
Villazur abre las alas de un personaje conmovedor, cargado de emoción, una actuación impecable. Junto a Guido Botto Fiora, quien compone un rol comprometido y entrañable, integran una dupla madre – hijo llena de ternura, sinceridad, y sobre todo, amor.
Destacable la coreografia de Juan Manuel Branca, y el ojo puesto en cada detalle de Romanin, hacedora de este relato lleno de ternura. Un cuento que transcurre rápido, pero que deja una huella fuerte en cada espectador.
Guido Botto Fiora, Luciana Grasso, Silvia Villazur
Fermin Vissio
y escenografía: Isabel Gual
y producción: Nicolás Sorrivas
Lorena Romanin
Estudio Werkplatz
Damian Monzón
Male&Dapa
Debora Lachter
Juan Manuel Branca Dauria
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