Por Claudia Ferradas.
Un entorno espectral que es también páramo y castillo. Un escenario despojado donde los objetos se vuelven protagónicos. Una atmósfera asfixiante, construida con meticulosos efectos de luces y sombras y la inquietante música de Claudio Peña, que ejecuta su cello en escena. Ese es el marco en que Pompeyo Audivert encarna un abanico de personajes tomados de Macbeth de Shakespeare en una apropiación del texto isabelino que conversa con el teatro del absurdo: esa criatura camaleónica es Macbeth, Lady Macbeth, Banquo, las brujas… pero es a su vez Clov, de Final de Partida de Beckett.
Audivert es autor, director e intérprete de este unipersonal que es una suerte de puesta en abismo: no escuchamos el famoso soliloquio en que Macbeth define a la vida como un cuento contado por un idiota, pero vemos esa definición representada una y otra vez en un juego especular que remite a Beckett. Audivert despliega su talento llevando texto, voz y cuerpo hasta sus mismos límites en un desdoblamiento que le permite poner en escena la gran tragedia de la ambición, interrogantes existenciales y una crítica feroz a la hipocresía de la política.
La trama indaga en la angustia de una profunda soledad en un mundo donde las máscaras y las sonrisas están al servicio del ocultamiento y «los que viven engañados sólo esperan ser engañados». El vestuario, versátil y andrógino, está al servicio de la plasticidad actoral. El eficaz recurso de marcos de cuadros combinados con juegos de luces construye espacios, deslinda escenas, nos interpela y nos recuerda que cada acto de nuestra existencia está enmarcado. En un juego metateatral en el que teatro y realidad se funden, la obra nos pone ante el espejo: Macbeth es la habitación que nos aloja.
Una experiencia dramática que no da respiro, una lección de teatro en su expresión ritual, primigenia.
Opinión: Excelente
Datos de interés
Sábados a las 21 y los domingos a las 20 en la sala Solidaridad del segundo subsuelo del Centro Cultural de la Cooperación (Avenida Corrientes 1543).
Ficha Artístico Técnica
Actuación y dirección: Pompeyo Audivert
Música y chelo en vivo: Claudio Peña
Diseño de luces: Horacio Novelle
Asistente de iluminación: Ana Heilpern
Vestuario: Mónica Goizueta / Marta Davico
Escenografía: Lucía Rabey
Asistentes de dirección: Mónica Goizueta / Marta Davico
Fotos: Bernabé Rivarola
Cuchillos y dagas: Jorge Castia de Forjando Sueños
Producción ejecutiva: Mónica Goizueta/ Marta Davico
Edición fotográfica: Fede Gianni
Colaboración en el montaje: José Toti Glusman
Prensa: Daniel Franco
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